28/8/08

The Real Eudaimonía

Ya son las 12
y los abrazos y besos de la gente
de mi gente
hacen fila junto a la mesa.
Un par de minutos de felicidad
y luego, como un rebaño
brindan por mí
ríen por mí
hablan por mí.
Todos más contentos
todos más llenos
todos más ebrios
y todos más felices que yo.
Todos un poco más que yo.
Ellos no entienden que todo se va
que el Ser no es el mismo.
Como si fuese un trago
que dura 5 segundos del paraíso
se va, se bebe, se saborea, se vomita
y la felicidad es lo mismo
no es el fin último
como lo pensaba Aristóteles
o mi profesor de filosofía.
Es un instante irrepetible y voraz
dura lo que dura la palabra
y se acaba
como se acaba la vida
como se acaba el amor de un viernes por la noche
como se acaba el pan en la mesa del domingo
como se acaba la risa de un sábado de madrugada
y como se acaba una canción de Coltrane.

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